Coger un hecho histórico casi olvidado y crear una emotiva historia es uno de los dones de Gill Thompson, y es que, igual que hizo en su anterior novela, La niña del andén, también en esta ocasión, en Un océano entre nosotros, la autora nos trae una hecho real ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial que no nos dejará indiferentes.
Nº de páginas: 416
Editorial: Duomo Ediciones
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788418538681
Traductora: María Luz de la Hoz
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UN VIAJE INCIERTO PARA HUIR DEL CAOS... QUE LOS LLEVARÁ A EMPEZAR UNA NUEVA VIDA.
Inspirada en la historia real de los niños deportados a Australia durante la Segunda Guerra Mundial
Londres acaba de sufrir un bombardeo. Los aviones enemigos se alejan, y en la ciudad, la gente se afana por recuperar lo que queda de sus vidas. En medio del caos, una mujer vaga sola, herida. No recuerda nada, ni siquiera su nombre. Lo único que sabe es que ha perdido algo muy querido.
En el orfanato, el pequeño Jack espera que su madre venga a recogerlo. Pero sus deseos no se ven satisfechos, y pronto se encuentra a bordo de un barco, rumbo a Australia, hacia una nueva familia y un futuro incierto.
Thompson nos brinda en esta ocasión la historia de muchos niños que se vieron obligados a sobrevivir sin familia ni protección en una tierra extraña, construyendo una maravillosa y conmovedora novela que atestigua la fuerza de la voluntad humana y el inagotable poder del amor.
En esta ocasión seguiremos los pasos de Jack, un niño de cinco años que, debido a la explosión de una bomba de efecto retardado terminará siendo huérfano, o eso creen todos, y pasará varios años en un orfanato londinense y terminar viviendo en Australia debido a una mentira ideada por los gobiernos inglés y australiano.
Todo comienza cuando Molly, en plena Segunda Guerra Mundial, y tras una larga noche de bombardeos, ve como su hijo se va de la mano de su vecino al colegio. Parece que va a ser un día como otro cualquiera pero todo cambia cuando descubre que en su jardín ha caído esa noche una bomba que aún no ha estallado. Molly sale corriendo para avisar a las autoridades pero apenas corre unos metros cuando la bomba estalla.
Es a partir de ese momento cuando la vida de ambos cambiará irremediablemente. Ella terminará con sus huesos en un hospital, sin documentación, sin memoria y sin nadie que la reconozca y él con su pequeño cuerpecito en un orfanato religioso de Londres.
Pasados varios años, las cosas siguen igual, pero los gobiernos australiano e inglés han llegado a un acuerdo: al segundo le sobran niños y niñas huérfanos que no sabes cómo mantener y al primero le falta mano de obra joven. Y con la gran mentira de que en Austria van a tener una vida mejor, llena de aventuras, días soleados y maravillosas experiencias Jack y sus compañeros de centro se embarcarán en el viaje de su vida, un viaje al infierno.
En Australia Jack conocerá a los Sullivan, John y Kathleen y podrá rehacer su vida, de alguna manera, pero no todos tendrán la misma suerte que él.
En Londres, Molly luchará por recuperar su pasado y hacer algo con su futuro.
Gill Thompson utiliza como hilo conductor de el hecho real del traslado de niños ingleses a Australia tras la Segunda Guerra Mundial. Parece ser que ambos gobiernos encontraron en los pobres niños huérfanos (y algunos no tan huérfanos) una buena moneda de cambio. Y así, estos pobres niños salieron de su país natal en el que tenían poco para ir a Australia donde terminaron teniendo mucho menos.
La historia de Jack, Molly o los Sullivan no es real propiamente, pero sí probable y, seguramente, con pequeños sucesos sí basados en historias reales. Podríamos decir que son la personificación de toda una serie de personas reales.
Lo que le ocurre a Jack y Molly es imposible que no nos afecte y más teniendo en cuenta que la base es cierta, que no hace ni ochenta años unos niños fueron engañados, maltratados, usados como mano de obra, abusados y ninguneados. Niños a los que les robaron la infancia y todo su futuro, y todo para que unos cuantos, siempre los mismos, sacasen provecho.
Imposible permanecer impasible y no tragarse más de un nudo, porque la historia es muy emotiva y está narrada con mucho sentimiento, sin llegar a caer, menos mal, en el morbo. Vamos, que la autora consigue ponernos los pelillos de punta y hace que empaticemos con la mayoría de personajes pero sin caer en el morbo de explicarnos con pelos y señales, en las escenas más dolorosas.
Me gusta que se dé visibilidad a este tipo de historias porque, no sé vosotros, pero yo no tenía ni idea de que había pasado algo así (que no me extraña, también, porque llega un momento que no te sorprende nada). Que se haga un pequeño homenaje a esa generación perdida.
Así pues, yo os recomiendo muchísimo la lectura de Un océanos entre nosotros y ya os digo que si os ponéis un paquetito de pañuelos cerca, mal no os irá. Y para ir abriendo boca, aquí os traigo las primeras páginas.
Por cierto, la inspiración para escribir esta historia le llegó a la autora cuando el gobierno inglés pidió perdón por lo que le hicieron a esos niños. Os traigo aquí el vídeo del momento:
Besotes y Felices Lecturas
Había leído otras reseñas y ya me había fijado en este libro. Me gusta muchísimo la temática, así que no me importaría darle una oportunidad. Besos
ResponderEliminarEspero que lo disfrutes si te animas a leerlo.
EliminarBesotes