Reseña: "Así comienza", Rachel Abbott

Llevo una temporada en la que parece que solo se cruzan en mi camino thrillers, y yo como buena fan del género, los estoy devorando como loca. El de hoy, Así comienza de Rachel Abbott, tuve la oportunidad de leerlo (y disfrutarlo) gracias a Babelio Español y a su sorteo Masa Crítica.

Nº de páginas: 424

Editorial: Suma 

Idioma: Castellano

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788491292951

Año de Edición: 2020

Traducción: Jesús de la Torre

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"¿Quién creerá tu historia si el único testigo ha muerto?

El thriller que no querrás que nadie te cuente.

Aunque Cleo sabe que debería alegrarse de que su hermano haya conocido a alguien tras la repentina muerte de su primera esposa, hay algo en su esquiva nueva novia, Evie, que no termina de gustarle.

Cuando Evie empieza a sufrir pequeños accidentes en casa -una quemadura, una mano rota- sus amigos no pueden evitar preguntarse si Mark podría estar haciéndole daño, aunque Cleo sabe que él sería incapaz de hacer algo así.

Una noche, la policía recibe un aviso y lo que encuentra al entrar en la casa son dos cuerpos enredados entre sábanas ensangrentadas. Solo uno tiene pulso.

¿Cuál es la verdad que encierra ese terrible crimen? ¿Está Cleo preparada para conocerla?"

Evie entra a formar parte de una pequeña familia de tan solo dos hermanos, Cleo y Mark, que están fuertemente unidos y con gran dependencia la una del otro desde pequeños, y más aún desde un suceso traumático de hace un par de años. Para Mark es un soplo de aire fresco pero Cleo no se fía de ella.

¿Quién es Evie: la compañera perfecta que tanto quiere Mark o la mujer controladora y taimada que sospecha Cleo? Sea como sea, Evie será en la vida de ambos hermanos el detonante de toda una serie de catastróficas desdichas.

La novela está divida en tres partes, y es la primera, las 109 primeras páginas, la que nos hace dudar de si la novela va a ser lo que esperábamos de ella. En esa parte los personajes principales son, para mi gusto, excesivamente misteriosos, en especial Evie. Todo lo que dice y piensa esconde algo y llega un momento en el que el lector necesita que poco de claridad y encontrar un hilo del que tirar. 

Pero son pocas páginas y una vez leídas y superadas empieza el verdadero meollo de la cuestión. Entonces empezamos a enfrentarnos a Cleo, a Evie y a Mark. Comenzamos a vislumbrar qué esconden y es cuando empezamos a tomar parte por uno o por otro (aunque en alguna ocasión podamos cambiar de parecer). 

También conoceremos a los detectives encargados de la investigación del caso (investigación que, por cierto, no es le hilo central de la novela). Iremos conociendo la especial relación que Stephanie y Gus tienen y qué es lo que los une y separa. La historia de ambos no se centra únicamente en la investigación que les ocupa sino que va más allá, tienen vida propia con sus miedos, sus relaciones, su pasado y su posible futuro. No viven únicamente para su trabajo, sino que tienen sus propias inquietudes personales. Y sí, eso me ha gustado mucho y me encantaría leer más sobre ellos, conocer qué les depara el futuro tanto en aspectos profesionales (más casos, más crímenes que investigar) como en aspectos personales (¿conseguirán superar las barreras que les separan y retomar su vida juntos?).

La verdad es que si la novela hubiese seguido la misma línea que en la primera parte, estoy segura que hubiese entrado en el saco de las decepciones junto con El enigma de la habitación 622 de Jöel Dicker, pero afortunadamente en la segunda parte (y sobre todo en la tercera) la novela cambia y podemos disfrutar de una historia con giros inesperados, cosas que parecen una cosa pero luego son otra, sospechas y certezas que nos mantendrán atrapados deseando saber más. 

En general, es una novela negra recomendable y aunque no se convierta en una de mis preferidas del género, si es entretenida y mantiene el suficiente misterio como para desear leer más novelas de la serie si las hubiese en un futuro.

Besotes y Felices Lecturas