sábado, 8 de marzo de 2014

Reseña: "Dispara, yo ya estoy muerto", Julia Navarro




Nº de páginas: 912 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editoral: PLAZA & JANES EDITORES
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788401354694

¡Buenas tardes!

En realidad, Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro lo comencé a leer el 1 de septiembre de 2013, a los pocos días de salir a la venta. Cuando llevaba algo más de una cuarta parte leída no había conseguido que la historia me enganchara y pospuse la continuación de la lectura a otro momento. De hecho, en ese momento me atraía tan poco la historia, que pensé que no lo retomaría nunca. Sin embargo, durante todos estos meses, cuando pasaba junto a su lado en la estantería oía como el pobre libro gritaba "¿Por qué, por qué, por qué me has abandonado?". Cansada de oír sus gritos, hace tres semanas volví a ponerme con él. Y desde ese mismo día supe que había tomado una buena decisión. La historia me atrapó y hasta hace un rato no me ha soltado.




"Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando.

A finales del siglo XIX, durante la última etapa zarista, los Zucker, perseguidos por su condición de judíos, tienen que abandonar Rusia huyendo del horror y la sinrazón. A su llegada a la Tierra Prometida, Samuel Zucker adquiere las tierras de los Ziad, una familia árabe encabezada por Ahmed,. Entre él y Samuel nace una fuerte vínculo, una sólida amistad que, por encima de las diferencias religiosas y políticas, se mantiene generación tras generación.

Con las amenazas, la sed de venganza y muchas pasiones desatadas como telón de fondo, las vidas entrecruzadas de los Zucker y los Ziad conforman un mosaico de traiciones y sufrimientos, de amores posibles e imposibles, al tiempo que plasman la gran aventura de vivir y convivir en un territorio marcado por la intolerancia.

Intensa y conmovedora crónica de dos sagas familiares, la nueva y esperadísima novela de Julia Navarro nos adentra en las vidas de personajes con nombres y apellidos, que luchan por alcanzar sus sueños, y que son responsables de su propio destino".



Siempre he pensado que cada libro tiene su momento en la vida del lector. Cuando lo empecé, en septiembre, no era su momento en mi vida. No estaba preparada para él, sin embargo, seis meses después, ha sido el idóneo. De haberse podido convertir en un libro abandonado en la estantería cogiendo polvo hasta el fin de los tiempos, a convertirse en un libro que me ha cautivado y que voy a recomendar a todo aquel que quiera escucharme.

La novela está escrita en dos tiempos.

-El presente, en la que una desplazada a Jerusalén, Marian, rememora la vida de los Ziad conjuntamente con Ezequiel Zucker, un judío ya anciano.

- El grueso de la novela, se desarrolla durante más de un siglo. Desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. Estos más de cien años de historia nos llegan como recuerdos contados por Ezequiel y Marian (quién cuenta lo que a su vez le ha contado Wadi Ziad).


No es fácil , para mi, hacer un resumen breve de una novela que ocupa casi mil páginas y en la que pasan tantas cosas... Desde los pógromos de la Rusia Zarista (persecución y asesinato de miles de judíos) hasta la lucha entre palestinos y israelitas que luchan desde hace décadas por el mismo trozo de tierra, pasando por las dos Guerras Mundiales. Y entre suceso y suceso, la novela está plagada de vivencias entre las dos familias, los Ziad y los Zucker. 

Como nunca he prestado excesiva atención a los altercados entre judíos y palestinos (para mí siempre han estando así, luchando y guerreando), Dispara, yo ya estoy muerto me ha servido para entender mucho mejor lo que ha pasado en aquella parte del mundo que, como digo, llevan décadas (y lo que les queda) luchando por un trozo de tierra.

Decir que la novela está bien escrita y documentada, no es ninguna novedad. No me esperaba otra cosa de Julia Navarro de la que, reconozco, soy fan desde que sacó su primera novela, La hermandad de la Sábana Santa, hace ya diez años.



Algo que ya hizo la autora en su libro anterior, Dime quién soy, y que ha vuelto a hacer en Dispara, yo ya estoy muerto es sorprenderme en las últimas páginas. En esta última novela, Julia Navarro ha sabido dar tal giro a la narración que ahora, una vez finalizada, cambia totalmente el sentido de la novela. He de reconocer que me encanta que una novela me haga pensar "Vaya, eso no me lo esperaba".


Aunque, como os he dicho, voy recomendar esta novela a diestro y siniestro, es cierto que hay algo que no me ha gustado nada de nada y es que considero que la autora se ha recreado en exceso a la hora de presentar los horrores del Holocausto Nazi. Todos sabemos lo que sufrieron y hay miles de documentales que narran las atrocidades que hicieron con los p
obres judíos, hay miles de fotos de los experimentos que los que se hacían llamar médicos, como el doctor Mengele, cometían contra mujeres, hombres y niños, por eso no es necesario que en esta novela Julia Navarro tuviera que explicar con pelos y señales todo lo que les hicieron a algunos personajes de la novela (no cito nombres para no desvelar nada).En mi opinión, es irrelevante y excesivo y no hace falta recurrir al morbo para que la novela te atraiga.





Como veis, para mi fue un acierto no abandonar esta novela al olvido porque, como digo, no siempre hay malas novelas, sino malos momentos.

Saludos y felices lecturas.

2 comentarios:

  1. Yo es que con esta autora tengo una especie de "amor-desapego" (uso la última porque "odio" está fuera de lugar con un libro jajaja). Me encantó "La hermandad de la sábana santa", pero con "La biblia de barro" me pasó justo lo que a ti con ésta: llevaba un tercio y nada, que no me enganchaba...y la dejé. "Dime quien soy" la leí entera y no niego que me gustó, pero acababa de terminar "El tiempo entre costuras" y se me quedó en pañales al lado de ésta última. Así que, sinceramente, no me he animado aún con esta. Habrá que buscar, como dices, el momento :)
    BESOS!

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  2. A mi me encantó este libro. Navarro no me suele defraudar. Me gustó aprender más sobre este conflicto y me pareció que lo presentó de forma muy clara. En cuanto a las atrocidades del holocausto, yo soy una amante de esa época y ese episodio, así que lo disfruté igualmente. Por cierto, me encantan las fotos que has puesto. Besos

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