La novela que hoy nos ocupa me ha traído a la memoria las maravillosas novelas de Mathias Malzieu, que yo veo como "fábulas noveladas", porque La sastería de Scaramuzzelli de Guillermo Borao es eso, un cuento, una fábula en forma de novela que nos trasporta a un pueblo donde los habitantes ricos y pobres viven y conviven codo con codo sin importarles la diferencias sociales, pero... ¿Puede una sastería hacer cambiar a todo un pueblo?
Título: La sastería de Scaramuzzelli
Autor: Guillermo Borao
Editorial: Roca Editorial
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 348
ISBN: 9788418870354
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Un relato de amor inquebrantable por la familia y una fábula sobre las casualidades improbables.
Poco antes de morir, el escritor y fabricante de tejidos Joseph Langhorne encuentra la forma de distraer a su hijo enfermo: leerle historias que se representan tras la ventana de su dormitorio, la única con vistas a cualquier parte del mundo. Sin embargo, uno de esos cuentos parece esconder una advertencia, el anuncio de que algún día llegará alguien que lo cambiará todo.
Veinticinco años más tarde, William Langhorne cree que por fin se ha cumplido el presagio de su padre cuando conoce al sastre Barros Scaramuzzelli. Con su aparición, el pueblo de Tonleystone se expone a la apertura de una sastrería y a la irrupción de la alta costura, un reclamo repentino en una sociedad rural cuyas vidas se verán de pronto amenazadas.
La sastrería de Scaramuzzelli es un relato de amor inquebrantable por la familia y una fábula sobre las casualidades improbables, escrita, quizá, por la necesidad de retener un instante, de prolongar el tiempo de un padre y un hijo juntos antes de que uno de los dos deba, sin remedio, marcharse para siempre.
Empecé esta novela convencida de que iba a encontarme con una novela histórica ambientada en el ficticio pueblo de Tonleystone que yo, porque me dió por ahí, situé en algún lugar de Italia. Y anque de todo eso hay, lo realmente importante es que no es una novela de narrativa histórica al uso, es una fábula, un cuento, una historia rodeada de un toque onírico que la hace aún más especial.
En La sastería de Scaramuzzelli nos encontraremos con William, el protagosta, un joven de algo más de treinta años, que vive sumido en una vida tranquila, sin altibajos, lleno de rutinas y, que, aparentemente es feliz así. Desde que sus padres murieron y tras la mayoría de edad se hizo cargo de la fábrica de textiles Langhorne.
Al pueblo llega Scaramuzzelli, un renombrado sastre, con la intención de abrir una sastería y organizar un importante desfile de moda que, está seguro, traerá más properidad y fama a ese idílico pueblo en el que parece que lo que menos le preocupa es la moda. Los habitantes de Tonleystone no hacen distinciones entre ellos según el dinero o el estatus social, todos se consideran iguales y viven en armonía.
William, acordárdose del cuento profético que su padre le contó antes de morir, teme que Scaramuzzelli traiga unos aires de cambio que perjudiquen la paz de su amado pueblo.
Para disfrutar de esta novela como se merece hay que partir de que no nos vamos a encontrar con grandes giros argumentales ni con una historia que nos tenga el corazón en el garganta por la agustia y el tensión. Es una novela, que aunque tiene sus momentos dramáticos, se caracteriza por ser una historia que fluye y que, cuando te atrapa, lo hace porque los personajes, con sus claroscuros, terminan cautivándote.
Lo realmente importante, para mi (que igual el autor me lee y dice que estoy loca) son los personajes y sus relaciones. Cómo van evolucionando y cómo sus veradera personalidad va saliendo a la luz, como los sentiemientos van poco a poco aflorando y el pueblo, casi al completo, da un giro de 180 grados.
Aunque me costó cogerle el gustillo a la historia (ya os digo que no iban bien encaminada con lo que me encontraría cuando la empecé) terminé cogiéndole tanto cariño a los personaje y a meterme tanto en sus vidas que, incluso, terminé con un nudo en el garganta de pena.
Para mi es de esas novelas que cuando te acuerdas de ellas, lo hacen con cierta nostalgia y recuerdas a los protagonistas (William, Patty, Lorenzo, Scaramuzzelli, Mercedes...) con mucho cariño.
Como os digo, es más una fábula, un cuento, donde el amor, la esperanza, los sueños se convierten prácticamente en personajes con su propio papel en la historia.
Una forma de hacerse a la idea de la pluma del autor (que ya os anticipo que es maravillosa) es leyendo las primeras páginas de una novela, así que aquí, os paso los PRIMEROS CAPÍTULOS de La sastrería de Scaramuzzelli y un enlace al audiolibro.
Besotes
No te disculpes por lo de la portada. Es lo primero que he pensado yo también. Y, qué le vamos a hacer, me encantan los vestidos y la moda, así que una portada con un maniquí a mí también me llama mucho. Me gusta mucho lo que comentas de los cuentos, porque es otra cosa que me apasiona. Así que una novela con cuentos y moda es muy para mí. Lo de los personajes... Es que sin unos personajes que realmente te parezcan de carne y hueso no hay historia que te llegue.
ResponderEliminarBesines.
¿Me dirás qué te ha parecido cuando lo leas? Me encantaría conocer tu opinión.
EliminarBesotes