viernes, 1 de octubre de 2021

Reseña: "Sin más respuesta que el silencio", Christian Martínez Silva

No esperaba, para nada, cuando empecé a leer Sin más respuesta que el silencio de Christian Martínez Silva, que lo terminaría son una sonrisa en los labios y con el pecho henchido de esperanza.


Nº de páginas: 220
Editorial: Hilatura Estudio Editorial
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 9788412101799

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Samuel enciende su discman para evadir la realidad; RadioHead o Led Zeppelin contrarrestan los silencios que ha encontrado en Villarrosa, un pueblo con urbanizaciones de ensueño, olor a cloro, colegios privados, coches biplaza, mocasines y toda esa parafernalia que le hace sentir fuera de lugar. Para él, su hogar sigue en Valdeaceras, el barrio madrileño que acaba de dejar atrás.

En la mudanza no ha extraviado ni su conciencia de clase ni su inconformismo. Y cuando parece que ha encontrado la claridad, descubre una oscuridad aún mayor: pelos en su puño, golpes en sus costillas, un paseo por un matadero abandonado.

En esta breve novela de marcado carácter autobiográfico Christian Martínez Silva nos trae a Samuel Velasco, un joven de 15 años que pasa de vivir en Valdeaceras, un barrio marginal de Madrid donde las drogas y la pobreza son el pan de cada día, a un pueblo privilegiado, Villarrosa, con urbanizaciones de grandes mansiones y donde se respira riqueza y poder. 

Samuel, junto con su hermana Paula, inicia su andadura en este idílico pueblo asistiendo a clases en Laude, un colegio privado y elitista que no será precisamente el paraíso. 

Allí se encontrará con barbillas alzadas y miradas por encima del hombro, con desagradables profesores llenos de prejuicios y alumnos engreídos y superficiales.

Y la policía, con complejo de Charles Bronson, tampoco se lo podrá nada fácil. 

Pero no todos los que se cruzan en su camino le harán la vida imposible. También se topará con personas que le ayudarán a seguir adelante, con gente que será capaz de ver más allá de la cazadora de cuero y las cadenas. Gente que le ayudará y a la que él ayudará.


Todos sabemos que la adolescencia es complicada pero lo es mucho más cuando viene acompañada de un cambio tan brusco de aires como el que sufre Samuel: casa nueva, pueblo nuevo, instituto nuevo, ambiente nuevo... Vida, en definitiva, nueva. Y todo acompañado del prejuicio de los que lo rodean y de miedo al que dirán de la familia. No es nada fácil en este ambiente que Samuel busque su lugar, que consiga integrarse.

He de dar la razón a Maria de la Pau Janer en su frase de la contraportada: "Un viaje iniciático donde destacan los lazos humanos para afrontar las diferentes caras de la realidad".  Pero incluso añadiría que nuestro joven protagonista, con tan solo 15 años, debe hacer su propio descenso a los infiernos para poder resurgir de sus cenizas y enfrentarse a todos y a todo.

Para mi esta novela es un canto a la amistad, al amor, a la vida. Al no te dejes amilanar y tira hacia adelante, lucha, vive y disfruta. En la vida no todo son alegrías pero tampoco penas (por cierto, esto me recuerda a la canción de Dani Marín "Qué bonita la vida").


El personaje de Samuel me ha parecido encantador a pesar de que algún collejón le hubiese dado.... pero como adolescente esas situaciones son parte necesaria de su aprendizaje y de dejar que cometan sus propios errores y aprendan de ellos. Pero no solo él es el único personaje entrañable: tenemos también a Patricia, Berb o Reme. Y sí, también hay personajes odiosos (muy muy odiosos) que nos gustaría que recibieran su merecido.

Porque el protagonista sea un adolescente no caigamos en el error de considerar esta novela como juvenil. No, no. Que aquí una, que ya corona canas, la ha disfrutado como la que más, y como os he dicho antes, la ha terminado con una sonrisa en la cara y pensando "Pues claro que sí, yo también puedo" (y así, claro que sí, se la he recomendado a mi hijo adolescente, porque estoy segura que con sus tiernos 14 años, la va a disfrutar y va a aprender de las vivencias de Samuel Velasco).

No esperaba que esta novela, que creía que iba a pasar sin pena ni gloria entre mis queridos thrillers, iba a gustarme tantísimo e iba calarme tan hondo. Por eso Christian Martínez Silva entra a formar parte de mis lista de autores a los que seguir la pista porque quiero seguir disfrutando de sus historias y su prosa.

¡¡¡Ohhh!!! Y antes de irme, comentaros que, tal y como yo estoy haciendo ahora mismo, podemos seguir el camino musical que sigue Samuel (que se escuda en la música y va con su discman a todas partes) gracias a un código QR que encontramos en la solapa trasera del libro.
«A veces callas ciertas palabras que nunca imaginarías
que te produjese alivio pronunciar.»

 

Besotes y Felices Lecturas

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