Reseña: "Si el tiempo no existiera", Rebeka Lo

No soy especialmente fan de las películas, series, novelas... que contienen viajes en el tiempo porque, tarde o temprano, se empiezan a liar con diferentes viajes, encuentros y sucesos que en mi cabeza se convierten en paradojas temporales y  mi parte lógica y racional termina dándoles tanta importancia que llega un momento que me superan. 

Sin embargo, quise darle una oportunidad a Si el tiempo no existiera de Rebeka Lo porque disfruté de la historia de amor de la serie Outlander inspirada en las novelas de Diana Gabaldón ¿Vemos qué me ha parecido?

Nº de páginas: 500

Editorial: Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.

Formato: eBook

ASIN: B08KYK88X4

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Blanca, una joven de Gijón sin familia y con una vida absolutamente convencional, sale a dar un paseo y sufre un extraño desvanecimiento. Lo que en principio parece algo inocente va a ser el punto de partida de un viaje extraordinario que la trasladará al siglo XIV. Allí tendrá que sobrevivir o, mejor dicho, empezar a vivir mientras conoce a personajes tan singulares como el abuelo de Hernán Cortés o el pirata Harry Paye. Pero ¿qué ocurriría si en medio de ese embrollo se enamorara?

La vida es una aventura para conocerse, a veces hay que irse muy lejos para lograrlo.

Si el tiempo no existiera tiene como protagonista a Blanca, una joven con una vida bastante insulsa que desde pequeña sufre pequeños desvanecimientos (aunque ya hace años que no los sufre) en los que tiene fogonazos que ella siempre ha considerado como sueños, sueños en los que vive en un pasado remoto.

En uno de esos desvanecimientos, que se hará mucho más largo de lo habitual, descubrirá que no son sueños lo que tiene sino viajes en el tiempo. 

En esta ocasión le llevan al Gijón del siglo XIV en pleno asedio del rey Enrique III de Castilla. Su ropa y su pelo corto, harán que Bernal, el Capitán Villa, la confunda con un chico desorientado y la acoja bajo su techo como un sirviente más. Pero cuando descubra que en realidad es una chica las cosas tomarán un cariz diferente.

En la nueva vida de Blanca no solo se cruzará en su vida y su corazón Bernal, sino también un irresistible pirata, Samuel Roland, que dará al traste con su cordura.

Blanca tendrá que tomar importantes decisiones personales inmersa además en mitad de un asedio a la ciudad  y metida de lleno en grandes intrigas palaciegas.

He de avisaros que no nos encontramos ante una heroína como Claire Randall de la antes mencionada Outlander. Claire es una enfermera, con grandes conocimientos médicos y de historia. Blanca no, ella es una mujer sencilla, como cualquiera de nosotras, que apenas recuerda las clases de historia del colegio, que tenía pocas (o ninguna) aspiraciones en la vida y a la que ni siquiera le gusta cocinar. Así que caer en plena Edad Media supone un duro golpe.

De esta novela, destaco principalmente la historia, gran historia, del triángulo amoroso entre Blanca, Bernal y Samuel. Veréis, Blanca cae en una época conflictiva y difícil para le ciudad de Gijón y parece ser que, con su llegada, ha hecho a muchos recordar una antigua leyenda: la Loba Blanca. Porque Blanca, la misma noche en la que llegó a ese siglo, recibió el cariño y la protección incondicional de un enorme perro parecido a un lobo. Curiosamente, aunque Blanca termina metida dentro de todo el "meollo" del asedio de Gijón y su destrucción, su participación en los hechos es prácticamente nula. 

Aunque se nos narran hechos reales y la protagonista tiene fuertes encontronazos con personajes reales, lo cierto es que en mi opinión son un simple relleno para el triángulo amoroso. Porque Blanca, en toda esa trama, no aporta absolutamente nada: las mujeres la la envidian por haber conquistado a Samuel, por ejemplo, o los hombres la desean por su belleza... Es decir, Blanca no se convierte en una guerrera o en un personaje importante para el asedio, simplemente está ahí.

 

Por otra parte, es algo lógico: imaginaros que os pasa a vosotros. Yo, con mis actuales dones, si termino en mitad de un asedio del siglo XIV tengo muy claro que mis días allí van a estar contados. Sería toda una damisela en apuros, desprotegida e inútil  y, probablemente, con un ataque de ansiedad. Y, además, dudo que tuviese la suerte de Blanca de cruzarme en el camino de dos hombres maravillosos, guapos, buenos, tiernos, inteligentes y auténticas fieras sexuales que cayesen rendidos a mis pies.

Justo esa parte de la novela, la que Blanca vive con esos dos hombres extraordinarios, me ha gustado mucho, muchísimo. Y es donde la novela cumple con lo que yo quería de ella: un romance que me hiciese suspirar, con escenas románticas pero también aderezadas con grandes dosis de erotismo.

Cuando leo una novela con algún triángulo amoroso, siempre tengo claro cual es el personajes masculino que quiero que se quede con la protagonista ¡¡Pues aquí no!! Es que tanto Bernal como Samuel son maravillosos. Claro que tenía a mi preferido (Bernal) pero aceptaba a ambos como válidos. De verdad, es que ambos eran arrebatadores, dignos protagonistas de las mejores novelas de romance.

"No basta con pasar página, hay que arrancarla de cuajo porque si no corremos el riesgo de que el libro vuelva a abrirse justamente por ella."

Con todo, aunque es una novela que se lee rápido y muy entretenida, personalmente me han sobrado páginas centradas en la historia del asedio. Me quedo con la historia de amor, con ese gran triángulo amoroso y con esos dos protagonistas que son de rompe y rasga.

Así que os recomiendo Si el tiempo no existiera por esa gran historia de amor, porque si, como a mi, os gustan los romances históricos que os hagan ver corazoncitos y suspirar mientras los leéis, estoy segura que la disfrutaréis muchísimo.

Besotes y Felices Lecturas