Reseña: "Cien locos conocí", Fernando Arnáiz

Soy de la opinión de que las novelas, igual que las personas, tienen sus momentos. En ambos casos, la mejor solución no suele ser darle de lado completamente, sino descansar y darle una segunda oportunidad.

Hace no mucho, cuando una novela no me enganchaba en sus primeras 100 páginas (más o menos, tampoco es algo matemático) solía abandonarla y esa novela caía en el olvido. Ahora, cuando me pasa eso, la dejo en la mesita de noche y me pongo con otra lectura. Una o dos novelas después, vuelvo a por ella y voilá! Disfruto de su lectura. Justo es lo que hice con Cien locos conocí de Fernando Arnáiz y gracias a eso he podido disfrutar de una gran novela.

Si después de haberle dado una segunda oportunidad a esta novela, no me hubiese gustado, hoy os traería una reseña negativa, pero, afortunadamente, me ha gustado. Así que ¡de nuevo os traigo una reseña positiva!

Nº de páginas: 528

Editorial: Vivelibro

Idioma: CASTELLANO

Encuadernación: Rústica fresada con solapas

ISBN: 9788417929152

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"Un tesoro olvidado. Un pozo de locura. Un plan para frenar la barbarie. 1887. Alonso es un joven criollo español, algo ingenuo e inestable, nacido en un pequeño pueblo de Luisiana.

Trastornado por los malos tratos paternos a los que, durante su infancia, fueron sometidos su madre y él, se encamina hacia el desierto de Sonora, convencido de que allí se oculta el tesoro perdido de Moctezuma. Aunque precavido por naturaleza, es incapaz de imaginar los peligros que allí le esperan, y mucho menos que acabará encerrado, como un loco cualquiera, en un asilo para dementes. Una institución que esconde, tras una apariencia externa modélica, un terrible secreto; un lugar donde se encontrará con alguien a quien creía largamente olvidado, y en el que se tendrá que enfrentar con su más oscuro pasado.

Una historia que, con el telón de fondo de las instituciones psiquiátricas de la época, nos habla de la fragilidad de la amistad, de la locura de los cuerdos y la cordura de los locos, y de cómo las leyes de la evolución y la herencia se convirtieron en los cimientos sobre los que se levantaría la idea de “higiene racial” a finales del siglo XIX y principios del XX."

Cien locos conocí es la segunda novela de Fernando Arnáiz. La primera, Fénix, no la he leído pero quiero hacerlo (en este 2019 no creo que me dé tiempo pero en 2020 sí que me pondré con ella).

En este novela, nos pondremos en la piel de Alonso Sebastian. Caminaremos junto a él desde su más tierna infancia, cuando va a un circo junto con sus padres y hermanastros, hasta que termina dando con sus huesos en una institución mental. No será, para nada, un camino de rosas y sufriremos con él las mil y una perrerías que le tiene reservadas la vida.

Todo comienza, como os he dicho, cuando con apenas 12 años, asiste a un espectáculo circense con su familia. Allí, saldrá como voluntario en una actuación de un mentalista y él quedará tan prendado de esos poderes que decidirá aprender a leer la mente. Siguiendo unos consejos que dicho mentalista, en broma, le da, practicará y practicará y durante toda su vida estará convencido de que puede leer la mente de los que le rodean. ¿Por qué desea desarrollar este poder? Para leer las mentes de su padrastro y hermanastros y adelantarse a las reiteradas palizas.

Años después, ya abandonada la casa familiar, el joven Alonso se embarca en la aventura de su vida: ir en busca del tesoro de Moctezuma. Durante el camino, conocerá a Titus Mathieu, un joven adinerado, vividor y despiadado que, junto con sus secuaces, destrozará la vida del pobre Alonso.

Cuando Alonso consigue salir del primer atolladero (no os voy a explicar cuál es ni cómo lo consigue) termina la primera parte. Y ahí es donde dejé descansar la novela porque no conseguía pillarle el gusto a la historia. Y es que, hasta ese momento, incluso Alonso que caía mal (a Titus directamente no lo soportaba).

Como ya había notado que la novela estaba muy bien escrita y que había un gran trabajo de investigación detrás, tenía miedo de perderme una gran historia por abandonar la novela, así que, un mes después volví a retomar la lectura ¡y, llegó la gran sorpresa! La novela me atrapó y ya no la pude dejar.

El pobre Alonso, en esta segunda parte, termina en un manicomio y allí, si antes su vida había sido dura, lo que le espera es casi inimaginable. Y también ahí es donde nuestro protagonista pasa a casi un segundo plano para dar paso a toda una serie de personajes de los que iremos conociendo sus desgraciadas vidas.

Algo de lo que os tengo que avisar es que Fernando Arnáiz no se anda con rodeos y nos describe las penurias que sufren los personajes con pelos y señales (de hecho, en un par de ocasiones decidí saltarme algunos párrafos porque eran demasiado detallados para mi gusto).

El autor nos explica con tanto realismo cómo es la vida en el sanatorio que el lector termina metiéndose en la piel de los enfermos y, son tantas las injusticias que sufren, que no puede por menos que clamar venganza y desear con todas sus fuerzas que los doctores y carceleros reciban lo que se merecen (y a ser posible que sufran en el proceso).

Aunque hay momentos en los que lo pasé realmente mal leyendo la novela (para bien o para mal, soy muy empática y sufro muchísimo con lo que padecen los personajes) he disfrutado de la gran pluma de Fernando Arnáiz y he aprendido mucho sobre la mentalidad de la época: qué se pensaba de las enfermedades mentales, qué trato se les daba a los enfermos y a aquéllos que por otras causas (color de piel, envidias, mujeres a las que el marido se quitaba de encima...) terminaban encerrados en esas instituciones y acababan sus días de la forma más horrible posible... También he aprendido sobre la eugenesia (esterilizar a los "indeseables" para conseguir una raza superior) y sobre cómo esto afectó a los pacientes de los sanatorios. Y además, terminé cogiéndole mucho cariño a Alonso (pobrecito mio, con lo que sufre qué menos que termine cayéndonos bien).

Esta novela es de esas que me gustaría muchísimo comentar en profundidad (spoilers incluidos) con alguien que la hubiese leído porque tengo muchas teorías y opiniones a las que me gustaría dar rienda suelta. Y antes de que se me escape algo importante de la historia voy a despedirme, pero no sin antes recomendaros esta lectura. Eso sí, recordad que no es apta para sensibles.

Os dejo AQUÍ un enlace a los primeros dos capítulos de la novela donde seguro que ya podréis apreciar lo bien escrita que está y haceros una idea de lo que os espera entre sus páginas.

Besotes y Felices Lecturas