¿Alguno de vosotros conocía la historia de Curon, el pueblo inundado por un embalse en 1950? Yo no tenía ni idea, por eso Me quedo aquí de Marco Balzano ha supuesto toda una revelación para mi.
Nº de páginas: 240
Editorial: Duomo Ediciones
Idioma: CASTELLANO
Encuadenación: Tapa blanda
ISBN: 9788417128913
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"TODA HISTORIA NECESITA A ALGUIEN QUE LA CUENTE
Cuando la guerra llega a la puerta de casa o se produce una inundación, la población huye. Al menos, eso es lo que hace la mayoría de la gente, pero no Trina, una mujer fuerte y obstinada. Las palabras son la única arma de esta maestra decidida; palabras elegidas con cuidado para escribir a su hija desaparecida, con la esperanza de que un día vuelva; palabras que cuentan el destino de una familia en tiempos convulsos; palabras para expresar la fidelidad a los ideales de juventud y a la resistencia.
Marco Balzano construye una novela cálida e intensa que mezcla la Historia en mayúsculas con las pequeñas historias cotidianas y en la que resuena la voz de Trina, una mujer inolvidable."
Antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial los habitantes del pueblo de Tirol del sur, Curon Venosta, vivieron bajo la amenaza de la construcción de un embalse que inundaría sus casas y tierras. Siempre temiendo que se llevara a cabo, siempre esperando que nunca llegara a término.
Trina, una maestra de Curon, narra en primera persona, a través de una extensa carta que escribe a su hija desaparecida, cómo vivió en ese entorno de incertidumbre, bajo el yugo de los invasores fascistas italianos (más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial serían los alemanes los que ocuparían el pueblo pero este los consideraron una liberación). En esa carta Trina irá desgranando su vida: sus aventuras con sus amigas, sus primer y único amor, su vida en matrimonio con Erich, sus hijos, las imposiciones de los italianos, la guerra, los nazis... y sobre todo, el embalse.
En esa carta encontraremos la presencia continua del miedo: miedo a los italianos invasores, miedo a los nazis, miedo a que el agua termine enterrando toda su vida, miedo a no volver a ver nunca más a su hija, miedo, miedo miedo. Vemos cómo una vida llena de ilusión y esperanza en el futuro va volviéndose cada vez más gris por culpa de la opresión y la falta de libertad. Otro aspecto fundamental que marca a los protagonistas, es la ausencia. La ausencia de esa hija que será motivo del inicio de esta historia (la carta que esa madre escribe a esa hija ausente y que le servirá para cerrar un capítulo de su vida). Y por encima de todo esto... El instinto de supervivencia. La enorme fuerza para superar todo eso y más.
Trina no lleva una vida fácil debido a la represión política, el hambre, la guerra, la imposibilidad de hablar en su propio idioma (alemán), la deserción y la huida... A los personajes no hay más remedio que cogerles cariño porque, al fin y al cabo, estamos sufriendo con ellos (incluso, aunque en menor medida, a los que ven a los nazis como una salvación pues, después de todo, durante su "mandato", Curon dejó de vivir bajo la amenaza del embalse aunque gran parte de sus hombres marcharon voluntaria u obligatoriamente a la guerra).
Al estar escrito en primera persona, como una carta donde la protagonista aboca sus sentimientos (como si de un diario se tratase), se consigue que el lector se integre en la historia, la haga suya. Y es que el lector, poco a poco, va haciéndose parte de ese pueblo y siente una gran impotencia cuando ve que la mayoría de los habitantes no luchan por sus derechos cegándose en el "ya se pasará", y cuando por fin se activan, volvemos a sentir impotencia al ver que no les sirve de mucho. Al final, los ciudadanos pintan poco y el gobierno (sea cual sea el que esté en ese momento en el poder) no los tienen en cuenta.
Algo que me ha gustado mucho de leer esta novela es que he descubierto un hecho histórico que no conocía y, gracias a esta narración intimista y profunda he podido sentir y sufrir lo que probablemente sintieron los habitantes de Curon.
La novela, dividida en tres partes (Los años, La huida y El agua), con capítulos cortos y escrita en un lenguaje llano se lee con facilidad y dinamismo consiguiendo arrastrar al lector a ese pueblo del Tirol actualmente enterrado bajo litros y litros de agua que se ha convertido en una atracción para los miles de turistas que van a hacerse la foto de rigor sin pensar en los habitantes que los perdieron todo allí.
En la página web de la editorial encontramos un dossier donde el autor nos explica el motivo por el que escribió la novela, "La historia desconocida de Curon", con imágenes del pueblo y de los habitantes antes de la inundación. Os dejo AQUÍ el enlace porque es un documento muy interesante e instructivo.
Esta novela me parece una manera perfecta para que ese episodio de la historia no caiga en el olvido y el campanario de la iglesia de Curon, la única zona que ha quedado sobre el nivel del agua, no sea una mera decoración en los selfies de los turistas, sino un recuerdo de las vidas truncadas allí.
Besotes y Felices Lecturas
Trina, una maestra de Curon, narra en primera persona, a través de una extensa carta que escribe a su hija desaparecida, cómo vivió en ese entorno de incertidumbre, bajo el yugo de los invasores fascistas italianos (más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial serían los alemanes los que ocuparían el pueblo pero este los consideraron una liberación). En esa carta Trina irá desgranando su vida: sus aventuras con sus amigas, sus primer y único amor, su vida en matrimonio con Erich, sus hijos, las imposiciones de los italianos, la guerra, los nazis... y sobre todo, el embalse.
En esa carta encontraremos la presencia continua del miedo: miedo a los italianos invasores, miedo a los nazis, miedo a que el agua termine enterrando toda su vida, miedo a no volver a ver nunca más a su hija, miedo, miedo miedo. Vemos cómo una vida llena de ilusión y esperanza en el futuro va volviéndose cada vez más gris por culpa de la opresión y la falta de libertad. Otro aspecto fundamental que marca a los protagonistas, es la ausencia. La ausencia de esa hija que será motivo del inicio de esta historia (la carta que esa madre escribe a esa hija ausente y que le servirá para cerrar un capítulo de su vida). Y por encima de todo esto... El instinto de supervivencia. La enorme fuerza para superar todo eso y más.
"Seguir adelante, que es la única dirección permitida. De no ser así, Dios nos habría puesto los ojos a los lados. Como los peces"
Trina no lleva una vida fácil debido a la represión política, el hambre, la guerra, la imposibilidad de hablar en su propio idioma (alemán), la deserción y la huida... A los personajes no hay más remedio que cogerles cariño porque, al fin y al cabo, estamos sufriendo con ellos (incluso, aunque en menor medida, a los que ven a los nazis como una salvación pues, después de todo, durante su "mandato", Curon dejó de vivir bajo la amenaza del embalse aunque gran parte de sus hombres marcharon voluntaria u obligatoriamente a la guerra).
Al estar escrito en primera persona, como una carta donde la protagonista aboca sus sentimientos (como si de un diario se tratase), se consigue que el lector se integre en la historia, la haga suya. Y es que el lector, poco a poco, va haciéndose parte de ese pueblo y siente una gran impotencia cuando ve que la mayoría de los habitantes no luchan por sus derechos cegándose en el "ya se pasará", y cuando por fin se activan, volvemos a sentir impotencia al ver que no les sirve de mucho. Al final, los ciudadanos pintan poco y el gobierno (sea cual sea el que esté en ese momento en el poder) no los tienen en cuenta.
Algo que me ha gustado mucho de leer esta novela es que he descubierto un hecho histórico que no conocía y, gracias a esta narración intimista y profunda he podido sentir y sufrir lo que probablemente sintieron los habitantes de Curon.
La novela, dividida en tres partes (Los años, La huida y El agua), con capítulos cortos y escrita en un lenguaje llano se lee con facilidad y dinamismo consiguiendo arrastrar al lector a ese pueblo del Tirol actualmente enterrado bajo litros y litros de agua que se ha convertido en una atracción para los miles de turistas que van a hacerse la foto de rigor sin pensar en los habitantes que los perdieron todo allí.
En la página web de la editorial encontramos un dossier donde el autor nos explica el motivo por el que escribió la novela, "La historia desconocida de Curon", con imágenes del pueblo y de los habitantes antes de la inundación. Os dejo AQUÍ el enlace porque es un documento muy interesante e instructivo.
Esta novela me parece una manera perfecta para que ese episodio de la historia no caiga en el olvido y el campanario de la iglesia de Curon, la única zona que ha quedado sobre el nivel del agua, no sea una mera decoración en los selfies de los turistas, sino un recuerdo de las vidas truncadas allí.
Besotes y Felices Lecturas
Hola!
ResponderEliminarNo la conocía pero siempre me gustan los libros que tratan sobre la SGM, sobre todo aquellos que se centran en hechos históricos más desconocidos... me lo llevo apuntado.
Un beso!
También a mi me gustan mucho las novelas sobre la Segunda Guerra Mundia. En este caso, yo no conocía la historia de Curon así que ha sido todo un descubrimiento.
EliminarBesotes
Tiene una pinta maravilla pero ahora mismo no creo que este preparada para leerlo que estoy pasando una época un dura en lo personal y creo que me afectará mucho. En un futuro espero leerlo. bsts
ResponderEliminarNo es una novela deprimente aunque sea dura en algunos momentos. De todas formas, si no te encuentras con ganas hay muchas novelas como para leer una que no te apetece.
EliminarMucho ánimo y espero que pronto superes esa mala racha.
Besotes