¡Buenas tardes!
Llevo mucho, pero mucho mucho, tiempo dándole vueltas a esta entrada. La principal duda que tenía era “¿la hago o no la hago?” pero hoy me le levantado con la decisión tomada y aquí estoy. Hoy os quiero hablar de tres autores que me han decepcionado, no como escritores pero sí por el trato que he tenido con ellos.
Una de las cosas maravillosas que me ha aportado el blog es que he podido conocer a algún autor personalmente. En la gran mayoría de los casos, he descubierto que detrás de las novelas hay grandes personas con ilusiones, sueños y con buen corazón. Pero en tres ocasiones me he topado con autores que me han decepcionado.
El primero fue Marcos Chicot (sí, el finalista del Premio Planeta de 2016). Si buscáis en mi blog, veréis que antes de que fuese conocido, ya reseñaba yo sus novelas y lo daba a conocer (dentro de las limitación de este pequeño blog). Marcos me enviaba sus novelas y me pedía el favor de leerlas y reseñarlas. Era un autor poco o nada conocido, con buenas novelas y que realizaba una bonita obra social con las ventas de sus novelas. Así pues, un día, más de un año antes de ser finalista de tan prestigioso premio, le pedí si podía enviarle cuatro o cinco preguntas como entrevista y que entrara a formar parte de mi sección “Convensando con…”. Me sorprendió muchísimo que me diera un no rotundo y contundente. No tenía tiempo.
Imagino que estaría en pleno proceso de escritura de su aclamada novela, El asesinato de Sócrates, pero ¿de verdad no tenía diez minutos para contestar a unas preguntas de una persona que llevaba años leyendo y reseñando sus novelas? Pues me dolió, la verdad. Por supuesto, todo el mundo es libre de hacer lo que le plazca pero duele que después de dedicarle tanto tiempo a sus novelas él no tuviera tiempo para contestar esas cuatro o cinco preguntas. Por supuesto, me he negado a leer su última novela y tampoco leeré las siguientes.
La segunda autora fue Victoria Álvarez. Me encantó su trilogía, Dreaming Spires, (en el blog está reseñada y podéis constatar que me encantó). Después del chasco con Marcos Chicot, varios meses después, me decidí a pedirle si podía enviarle cuatro o cinco preguntas para entrevistarle. Me contestó que sí, que estaría encantada. Imaginaros mi alegría. Le envié cuatro preguntas y me contestó que me las respondería lo antes posible. Semanas después, cuando reseñé la última entrega de la trilogía, me dijo que se había olvidado pero que me contestaría a las preguntas en breve. Hasta hoy. Respuesta cero.
No tengo claro si volveré a leer alguna novela suya. Ya veremos cómo reacciono en su momento.
Ahora, me da miedo pedirle a ningún autor si quiere formar parte de “Conversando con…” porque no quiero llevarme más decepciones.
El último autor fue Luis Zueco. Me envió un email para ofrecerme su última novela, La Ciudad. Le comenté que me encantaría pero que no había leído la primera parte. “Tranquila”, me dijo, “aunque es la segunda parte de una trilogía lo único que las une es que están ambientadas en la Edad Media pero no comparten personajes ni acción”. Acepté entonces y quedamos en que la editorial me mandaría un ejemplar. Un mes después, le escribí diciéndole que no había recibido nada, quizá se había perdido en Correos… Pues nada, que no me respondió. Supongo que la editorial tendría los ejemplares ya asignados pero ¿tanto cuesta decir “Perdona M.Carmen, pero la editorial ya tiene los ejemplares para reseñas asignados y no me permite repartir más?” Una aquí lo entiende y no pasa nada. Pero no contestar y hacerse el loco… pues no, no gusta.
Está bien no querer leer alguna novela porque no me atraiga el argumento o no sea mi género preferido, pero porque el autor me ha hecho un feo… pues no, prefiero ahorrarme el disgusto.
Que sí, que yo entiendo que ellos tienen su vida, su timing de entrega, sus editores, sus eventos y sus presentaciones pero también aquí, detrás del blog hay una persona. Una mujer que trabaja fuera de casa, que tiene un hijo y una familia, que tiene tiempo limitado para leer y que escribe este blog porque quiere y le satisface, no por dinero ni para hacerse famosa, y que tiene su corazoncito al que se le hace daño si se le hacen desplantes.
Y ya está ya lo he soltado. Ahora a seguir leyendo y a disfrutar tanto del blog como de las lecturas que me esperan.
Besotes y Felices Lecturas.
Pues dicen muy mal de ellos...no me convence si escribes bien y luego, a nivel personal, no das la talla.
ResponderEliminarUn besazo!
A mi se me quitan las ganas de leer sus novelas, la verdad.
EliminarYo como autora que soy no entiendo la actitud de esos escritores. Creo que nos debemos al público y estas oportunidades no se deben dejar pasar. No sé si es porque como quien dice una recién llegada y estoy deseando interaccionar con blogueros y lectores. Vamos que estoy a tu disposición ;-)
ResponderEliminarUn beso
Entiendo que los autores no están obligados a hablar con los blogeros si no quieren, lo mismo que nosotros no estamos obligados a reseñar una novela si no queremos. El problema que veo aquí es la falta de sinceridad o el ir a la suya, sin importarles la otra persona.
EliminarPor otro lado, encantada de poder contar contigo.
Besotes
Son gestos muy feos la verdad, una pena. bsts
ResponderEliminarPues sí, pero afortunadamente son tres casos aislados. Normalmente los autores y las editoriales son muy amables.
EliminarBesotes
Lo siento mucho, pero voy a hacer de abogado del diablo. Me parece bien que los escritores digan que no a contestar cuestionarios enviados por correo. Es mucho más honesto que decirte que sí y que te conteste a las preguntas alguien de la editorial, que es lo que suele pasar. Y lo sé bien. Un autor (o cualquier otro artista) no tienen tiempo material para contestar a todas las entrevistas por correo que les solicitan. Yo, como periodista, me niego a aceptarlas. Si solicito una entrevista y me responden que envíe las preguntas por correo, me niego. No es honesto con los lectores. No tienes ninguna certeza de que quien responde sea quien tú crees. Es una cuestión de principios y de honestidad. Y en el caso de los libros enviados por editoriales o escritores... Pues también estoy en contra. No podemos quejarnos de que los políticos toman decisiones influenciados por regalos de empresarios y nosotros, aunque sea a una escala mucho más pequeña, estar haciendo lo mismo con los blogs. Es mi opinión.
ResponderEliminarBesos
Hola,
EliminarLo primero de todo, decirte que no creo que estés siendo abogada del diablo sino que simplemente estás dando tu opinión cosa que agradezco mucho.
Por otro lado, en cuanto al hecho de que los autores no deben contestar formularios por mail porque no tienen tiempo e incluso no son ni ellos los que contestan, comentarte que tú quizá como periodista profesional puedas personarte en casa de los autores (o quedar con ellos personalmente en cualquier sitio), pero yo que tengo el blog como hobbie y mi trabajo nada tiene que ver con el mundo de los libros, tengo que conformarme con mandar las preguntas por email. Si no, sería imposible. Confío que la persona que me responda sea el autor.
En el caso de Marcos Chicot, cuanto le pedí la entrevista no era ni de lejos un autor conocido. Y puesto que se había pasado años mandándome sus novelas bien podía dedicarme 10 minutos pero, como he dicho antes, cada cual es libre de hacer lo que quiera.
Por la parte de Victoria Álvarez, si no quería responder a la preguntas, que no dijera que sí. Mejor hacer como Marcos y decir que no desde un principio.
Ahora, vamos al tema de los ejemplares que mandan los autores y las editoriales. Como bloguera y amante de los libros ¡bienvenidos sean! De cada cual depende que la opinión que dé de ellos sea sincera o no. Si te das un paseo por el blog, verás que aunque el libro me lo hayan enviado siempre he dicho si me ha gustado o no y por qué. No vale decir, no me ha gustado y punto. El problema en el caso de Luis Zueco es que ofreció el ejemplar y luego ya no dio señales de vida.
Como digo, esto lo hago por placer y no me voy a dejar vender por un par de ejemplares.
Besos