¡Buenas tardes!
Lo que más me apetece cuando he de ir a la playa o a la piscina es tumbarme tranquilamente con un buen libro entre las manos mientras oigo a mi marido y a mi hijo jugando en el agua. Para mi es es el relax más absoluto. Esa situación, va precedida por ponerme delante de la estantería y pensar ¿qué libro me llevo? He aquí posibles opciones de lecturas:
* El creador de historias, Jan Alan
"La vida de Daniel Tuzón, un articulista y aspirante a escritor, está a punto de cambiar cuando uno de los grandes escritores de los últimos años le contrata para redactar el que será su alegato final. Una suerte de libro autobiográfico que desvelará los oscuros recovecos del alma de Juan Ignacio Martínez Quesada.
Casi 50 años entre éxitos y fracasos que culminan en una extraña enfermedad que lo sentenciará a morir imposibilitado. Demasiadas culpas, demasiadas cosas aún por decir. Daniel Tuzón, que lo idolatraba desde niño, conocerá que no es el hombre que realmente desea ser.
Conocerá el precio de la fama, y algo más… Conocerá a la hija de éste, Nuria, por la que sentirá algo más que afecto."
De esta novela, seguramente la próxima semana, tendré en mi poder un ejemplar ya que el autor se puso en contacto conmigo, y tras leer la sinopsis, no pude resistirme. Me gustan mucho las novelas que hacen un repaso a una vida pasada y se descubren secretos y misterios escondidos.
Si mis cálculos no fallan, para septiembre o así os podré traer la reseña (siempre y cuando mi ritmo de lecturas siga como hasta ahora).
* El prisionero, Rafael Avendaño y Juan Gallardo
"Una novela construida alrededor de un delirio ingenioso y con una mecánica del suspense que sorprenderá al lector una y otra vez.
París, 13 de noviembre de 2015. Amas tanto a tu esposa que decides demostrárselo sorprendiéndola con un fin de semana romántico en París. Tras un día mágico entre museos, barrios bohemios y música de acordeón, cenáis en un restaurante no menos mágico en el que la comida se sirve en la obscuridad. Decides poner el broche a un día perfecto invitándola a un concierto de rock de su banda favorita en una famosa sala parisina, la sala Bataclan.
Días después, Paul Hébert, un periodista francés que cubre un reportaje en Irak para un periódico americano, nos narrará en primera persona las circunstancias de su secuestro por un grupo yijadista. Arrodillado en una fila de prisioneros, los terroristas se disponen a cortarle el cuello. Paul se enfrenta a sus últimos segundos de vida mientras intenta, desesperado, encontrar un modo de escapar a lo inevitable.
Armado con su ingenio y su erudición cinéfila, y utilizando su sentido del humor como su mayor fuente de fuerza, Paul incubará un plan absolutamente demencial para construir una fantasía alrededor de los yijadistas y escapar a una muerte segura.
Han pasado 3 meses y Paul recobra el conocimiento sano y salvo en un hospital, aunque no recuerda nada de lo sucedido durante su cautiverio. La opinión pública ha seguido su secuestro y Paul se ha convertido en una celebridad. Pero las circunstancias de su liberación son un misterio. En su teléfono móvil, Paul encuentra un video donde se ve a sí mismo encapuchado y vestido como un terrorista, proclamando la amenaza de una devastadora bomba en el corazón de Estados Unidos.
La amenaza es real y para desactivarla Paul tendrá que seguir sus propios pasos y reconstruir su demencial plan de fuga. Sin embargo, por cada descubrimiento de su pasado olvidado, encontrará una nueva amenaza en el presente. Es el comienzo de una carrera psicológica de obstáculos que llevará a Paul de Houston a Washington, y finalmente a París, a la noche de los atentados y a comprender que su destino está trágicamente unido al de aquella pareja de enamorados.
Y es que nada ni nadie, ni siquiera él mismo, es lo que parece ser.
Con un final sorprendente, El Prisionero es una novela construida alrededor de un delirio ingenioso, con una mecánica del suspense que sorprenderá al lector una y otra vez y le hará sumergirse en las oscuras profundidades del alma humana donde el amor, el odio, el deseo de venganza y la lucha por la supervivencia se revelan como los verdaderos motores de la Historia."
De estos autores ya os reseñe en 2013 su novela Todo lo que nunca hiciste por mi que publicaron primero bajo el seudónimo de Nicolás Dalmau y más tarde, en la editorial Click de Planeta, con sus verdaderos nombres.
El hecho de que la novela esté ambientada en un suceso tan próximo en la historia (el atentado yihadista en la sala Batraclan de París) me llamó mucho la atención pero sobre todo fue la siguiente frase de la sinopsis la que me atrapó: En su teléfono móvil, Paul encuentra un vídeo donde se ve a sí mismo encapuchado y vestido como un terrorista, proclamando la amenaza de una devastadora bomba en el corazón de Estados Unidos.
El hecho de que la novela esté ambientada en un suceso tan próximo en la historia (el atentado yihadista en la sala Batraclan de París) me llamó mucho la atención pero sobre todo fue la siguiente frase de la sinopsis la que me atrapó: En su teléfono móvil, Paul encuentra un vídeo donde se ve a sí mismo encapuchado y vestido como un terrorista, proclamando la amenaza de una devastadora bomba en el corazón de Estados Unidos.
De esta novela tengo un ejemplar en formato electrónico que Rafael me envió muy amablemente pero no la puedo leer ni en la playa ni en la piscina porque mi lector (con su 8 años de edad) no acepta que le de demasiada luz (la pantalla se queda en blanco).
¿Soléis leer cuando vais a la playa o a la piscina? ¿Cuál es vuestra situación de máximo relax?
Saludos y felices lecturas.
Me quedo con el primero, el argumento me ha dado mucha curiosidad.
ResponderEliminarUn besazo!
Justo hoy me ha llegado el ejemplar así que cuando acabe el que tengo entre manos, me pondré con él.
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