¡Buenos días!
Hoy hace 80 años uno de nuestros más grandes y universales poetas, Federico García Lorca, fue fusilado junto a un olivo en la carretera que une las localidades de Víznar y Alfacar por “socialista”, “homosexual” y “masón”.
O al menos eso dicen las fuentes oficiales, porque las malas lenguas del lugar, afirmaban que había sido por rencillas familiares, pues, se cuenta, se dice, que entre la fila de fusiladores estaban dos familiares lejanos del poeta. Sea cual fuere la razón, la verdad más absoluta es que el gran poeta, que aún tenía mucho que darle a las letras españolas, fue fusilado y enterrado en mitad del campo junto con sus desafortunados compañeros de fusilamiento: un profesor y dos banderilleros anarquistas.
Si con 38 años de vida nos dio tan grandes obras de arte ¿qué podría habernos dado si la incultura y el odio no hubiesen acabado con sus huesos enterrados en mitad de la sierra?
EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA
Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
Antonio Machado
Muchos son los artistas que le recuerdan y homenajean. Sus obras han sido representadas de mil y una forma: en obras de teatro, con música, en películas... Y yo desde aquí, también quiero recordarlo, homenajearlo a mi manera porque mientras lo recordemos, seguirá vivo.
Reyerta
En la mitad del barranco
las navajas de Albacete,
bellas de sangre contraria,
relucen como los peces.
Una dura luz de naipe
recorta en el agrio verde,
caballos enfurecidos
y perfiles de jinetes.
En la copa de un olivo
lloran dos viejas mujeres.
El toro de la reyerta
se sube por las paredes.
Ángeles negros traían
pañuelos y agua de nieve.
Ángeles con grandes alas
de navajas de Albacete.
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto la pendiente,
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes.
Ahora monta cruz de fuego,
carretera de la muerte.
*
El juez, con guardia civil,
por los olivares viene.
Sangre resbalada gime
muda canción de serpiente.
Señores guardias civiles:
aquí pasó lo de siempre.
Han muerto cuatro romanos
y cinco cartagineses.
*
La tarde loca de higueras
y de rumores calientes
cae desmayada en los muslos
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire del poniente.
Ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.
Federico García Lorca
Un bonito recuerdo. Fíjate si me gusta que mi perrita se llama Lorca. Igual no es muy ortodoxo, pero elegimos el nombre con mucho cariño.
ResponderEliminarBESOS!
Lo importante es que lo hicisteis en su honor y eso es suficiente.
EliminarBesotes
En fin, aniversario de otro asesinato impune de la triste historia de nuestro país. Una pena que no pudiera seguir aportando su revolución a la literatura.
ResponderEliminarUn beso!!
Totalmente de acuerdo. Una verdadera pena.
EliminarBesotes