¡Buenos días!
Hace un tiempo tuve un problema con mi Outlook y perdí todos los correos de la cuenta del blog. Con esto perdí un montón de ebooks que me habían mandado los autores con sus respectivas direcciones de correo por lo que no he podido avisarles. Uno de los libros que perdí fue Solo Respira de Andrea Vilariño Freire. Afortunadamente, la autora se puso en contacto conmigo para saber si seguía interesada en leer su novela y pude explicarle el problema. Muy amablemente volvió a enviármela y,hoy os puedo dar mi opinión.
Tapa blanda: 204 páginas
ISBN-10: 1329761685
ISBN-13: 978-1329761681
"Olaia padece Fibrosis Quística, una enfermedad que está acabando con su vida. Tras un bache con la justicia, se enfrenta a un forzado arresto en el Centro de Estudios Clínicos, donde entra a formar parte del estudio de un medicamento que podría curarla. Ahí conocerá a otros pacientes con diversas patologías que también están siendo sometidos a tratamientos experimentales; entre ellos se encuentra
Lucas, un joven fotógrafo con un doloroso tumor inoperable. Ambos sienten que están desperdiciando sus vidas con un futuro incierto, y deciden huir del Centro para vivir locamente el tiempo que les quede. Una lista de deseos por cumplir, un par de billetes y una mochila es lo único que tendrán. Pero sus vidas darán un giro inesperado cuando descubran que los médicos no han sido del todo sinceros.
Una historia que muestra la realidad de los pacientes crónicos frente a la dificultad para beneficiarse de los nuevos tratamientos. "Solo respira", revela los hechos con la visión en primera persona de los dos protagonistas, presentando a la señora Fibrosis Quística, la gran desconocida."
Creo que la sinopsis es muy completa así que voy a pasar directamente a daros mi opinión (¿para qué alargar la entrada con un resumen cuando prácticamente os voy a decir lo mismo que en la sinopsis pero con otras palabras?).
No me gusta leer novelas ni ver películas de enfermos terminales. Lo siento, soy así. Me traen muy malos recuerdos y no me apetece llorar más. Esa era la sensación que tenía cuando leí la sinopsis por primera vez. No terminaba de convencerme la idea de sumergirme en la historia y terminar como la Zarzamora, llorando por la esquinas. Y es que soy asquerosamente empática y me meto en la piel de todos los personajes.
El caso es que tras meditarlo, decidí que sí, que la iba a leer y más después de enterarme que la autora, Andrea Vilariño Freire, sufría la misma enfermedad degenerativa que la protagonista: Fibrosis Quística.
Andrea Vilariño Freire |
Y a ello me puse cuando volvió a enviármela...
Me ha gustado muchísimo esta historia. Deciros que en tres días me la había terminado. Al principio Olaia Padilla (el alter ego de Andrea) no me caía bien porque no era un modelo de persona precisamente (enferma que pasa de tomarse la medicación, viviendo al margen de la ley y haciendo sufrir por ello a sus padres) pero según la iba conociendo le iba cogiendo cariño hasta que me robó el corazón.
Me ha gustado muchísimo esta historia. Deciros que en tres días me la había terminado. Al principio Olaia Padilla (el alter ego de Andrea) no me caía bien porque no era un modelo de persona precisamente (enferma que pasa de tomarse la medicación, viviendo al margen de la ley y haciendo sufrir por ello a sus padres) pero según la iba conociendo le iba cogiendo cariño hasta que me robó el corazón.
Y Lucas... ¿a quién no le gusta un chico atormentado? Con tendencias suicidas, con un tumor cerebral inoperable, reservado, carismático y que visita a un anciano desconocido para leerle novelas ¡qué romántico!
Juntos hacen una pareja estupenda. En su lucha por no morir sin cumplir sus sueños más profundos deciden escapar del hospital y nosotros, como espectadores, también nos escaparemos con ellos. Viviremos experiencias que pueden parecernos sencillas si estamos sanos y tenemos todo un futuro por delante pero que cambian de perspectiva si la muerte nos acecha con cada nueva respiración.: una boda, un concierto... Todo cobra más fuerza cuando sabemos que será el último.
¿Llorar? Pues no, aunque el nudillo en la garganta sí lo he tenido. Andrea nos presenta la historia con tanta vitalidad y fuerza que no nos hace regodearnos en la pena sino que, al menos en mi caso, me ha hecho apreciar mucho más lo que tengo ¡Gracias Andrea! Además, por supuesto, de ponerle cara a una enfermedad de la que poco se sabe. Como bien dice Olaia: es una enfermedad invisible.
No creo, una vez llegados hasta aquí, que os sorprenda que os la recomiende. Para mi es una novela que me ha dejado muy buena sensación y me gustaría que vosotros también pudieseis disfrutarla como yo, por eso os facilito AQUÍ el enlace a la web donde encontraréis los tres primeros capítulos.
¿Soléis meteros en la piel de los personajes? ¿Permanecéis inmune ante las penurias que sufren o, como yo, lloráis y reís con ellos?
Saludos y felices lecturas.
A ver, yo creo que hay historias de este tipo que "hay que" leer para poder tomar conciencia de ciertas realidades. Ahora bien, también opino que hay que saber escoger el momento: como tú dices, muchas veces no me apetece "leer penas", porque precisamente lo que busco en la lectura es relax y evasión.
ResponderEliminarUn besazo!
Totalmente de acuerdo contigo.
EliminarBesotes
La verdad es que suena bien. Aunque ahora mismo no me apetezca, no la descarto. Me ha recordado a Bajo la misma estrella.
ResponderEliminarBesos
No he leído "Bajo la misma estrella" por lo que comenté en la entrada: no me gusta leer novelas de enfermos terminales aunque viendo lo mucho que me ha gustado "Solo respira" igual un día me lanzo y la leo.
EliminarBesotes
A mi también me lo envió la autora, y en mi caso lo leí porque sufro una enfermedad crónica y la sinopsis hizo que me identificara muchísimo. Y adoré la novela, como muestra que los enfermos son algo más que eso, un historial clínico. Me gustó bastante.
ResponderEliminarUn beso!!