Reseña: "La Templanza", María Dueñas

¡Buenos días!

La primera reseña de 2016 es del último libro que leí en 2015: La Templanza de María Dueñas.

Nº de páginas: 544 págs.

Encuadernación: Tapa dura

Editorial: PLANETA

Lengua: CASTELLANO

ISBN: 9788408139096

"Nada hacía suponer a Mauro Larrea que la fortuna que levantó tras años de tesón y arrojo se le derrumbaría con un estrepitoso revés. Ahogado por las deudas y la incertidumbre, apuesta sus últimos recursos en una temeraria jugada que abre ante él la oportunidad de resurgir. Hasta que la perturbadora Soledad Montalvo, esposa de un marchante de vinos londinense, entra en su vida envuelta en claroscuros para arrastrarle a un porvenir que jamás sospechó. 

De la joven república mexicana a la espléndida Habana colonial; de las Antillas al Jerez de la segunda mitad del XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió la ciudad andaluza en un enclave cosmopolita y legendario. Por todos estos escenarios transita La Templanza, una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo. 

Una historia de coraje ante las adversidades y de un destino alterado para siempre por la fuerza de una pasión. Solo las grandes historias despiertan grandes emociones."

Esta tercera novela de María Dueñas narra la historia de Mauro Larrea, un minero español emigrado a México donde consigue una enorme fortuna y una gran reputación. La primera perdida y la segunda en peligro por culpa de una mala inversión. 

Con el agua al cuello, decide jugarse el todo por el todo en una partida de billar. Partida que cambiará su suerte.

A pesar de todas las vueltas que le da vida, lo que realmente trastoca todo su destino, será la aparición de Soledad Montalvo con su elegancia, su saber estar, su belleza, su inteligencia y su cara oculta. A partir de ese momento, los pasos de Mauro Larrea solo llevan hacia una meta.

La primera novela de María Dueñas, El tiempo entre costuras, me encantó y la recomendé a todo aquel que me preguntara qué libro podía leer (sobre todo, he de reconocerlo, si eran mujeres). La segunda, Misión Olvido, me desilusionó muchísimo porque esperaba que me atrapase como la primera. Y ésta, La Templanza, me ha dejado entre ambas. Os explico:

La primera mitad de la novela, cuando Mauro descubre que ha perdido su fortuna, cuando no quiere que la gente que lo rodea sepa que se encuentra en la ruina y ha de hacer mil y una para que su estatus social siga intacto, cuando ha de viajar a La Habana donde se encuentra con Carola Gorostiza y su esposo, cuando ha de volver a su antigua Patria y allí seguir aparentando que es un indiano adinerado... me resultó larga, lenta y, en varias ocasiones, tediosa. Es en esa primera mitad cuando tuve que hacer acopio de mi cabezonería lectora y no abandonar la novela. De hecho, me atasqué y estuve más de una semana sin tocar el libro.

A partir del momento en el que Mauro empieza a asentarte en Jerez y Soledad Montalvo aparece en su vida, la novela empieza a animarse y el ritmo se acelera. El pobre Mauro no sale de una cuando está metido en otra. Y por ello, esta parte, me la leí en menos de una semana.

Mirada en perspectiva, la novela en general es entretenida y recomendable. Ahora, una vez terminada y recapitulando entiendo que el hecho de que la primera parte se me hiciese larga fue más por situación personal que por la novela en sí.

Como nos tiene acostumbrados la autora, tanto los personajes como los escenarios están bien descritos. La novela está bien narrada, con un lenguaje llano y sin florituras pero sin coloquialismos. Se nota que tras la escritura hay un gran trabajo de documentación y no está escrita a la ligera.

Como os he dicho antes, considero que está novela, en cuanto a "recomendabilidad" (permitidme la licencia de inventarme este "palabro") se encuentra, en mi opinión, entre sus dos novelas anteriores. Ni tanto como la primera (que fue todo un boom) ni como la segunda que fue una gran decepción. La Templaza se puede leer y disfrutar sin convertirse en el libro de tu vida.

>

Saludos y felices lecturas.