Pocas veces un libro me deja tanta sensación de paz como el que he acabado hoy...
Apenas hace un par de semanas Roberto García Cela me hizo llegar su segunda novela, El último deseo del Cangrejo. Su anterior novela, Siete Cruces (que os reseñé AQUÍ),me gustó mucho y, por la sinopsis, ya me hacía una idea de que ésta no sería menos.
"Mateo, abogado de profesión, descubre un día que se ha quedado sin futuro cuando le detectan una enfermedad mortal. Abandonando toda esperanza, adopta una decisión que le arrastra a una vida de soledad, hasta que Toni y Julio, dos enfermos terminales, le obligan a retomar las riendas de su destino con un alocado proyecto que escapará a su control."
Reconozco que nada más empezar la novela estuve a punto de abandonarla porque me traía muy malos recuerdos pero gracias a unas palabras del autor me decidí a seguir adelante: "Deja que la historia se desarrolle. De lo negativo salen semillas".
Seguro que pensáis que la historia no me gustaba y era incapaz de seguir con ella, pero no era así. Como os he dicho, me traía muy malos recuerdos. Me gustaba cómo estaba escrita y en menos de dos páginas ya había cogido cariño al personaje de Mateo pero el cáncer... ay, esa maldita enfermedad, se llevó a una de las personas más importantes de mi vida y no me veía con fuerzas para recordar alguno de los peores momentos. Pero hice caso a Roberto y dejé que la historia se desarrollase. Y me alegro porque he disfrutado muchísimo con esta novela. He sentido a los personajes cercanos, he sufrido por ellos y he llorado. También me he reído, y mucho (ya sabéis que me encanta el humor negro y esta novela está a rebosar de él). Los tres integrantes del "Club de los cancerosos" se me han metido en la piel y se han quedado ahí, conmigo. Y como dice Mateo en una ocasión, "los he guardado en el bolsillo de mi corazón".
Mientras leía la novela pensaba "estos tres están zumbaos". En muchas ocasiones casi podía pensar que esta novela se podría llevar al cine e incluso me he imaginado quién podría interpretar a los personajes...
Sí he disfrutado mucho con la lectura y, sí, sí, me he reído mucho, pero tenéis que saber que también hay momentos muy duros en los que el autor (por experiencia propia) nos explica con todo detalle los efectos secundarios de los tratamientos de quimioterapia y de las enfermedades que sufren los personajes. En esos momentos es cuando se te pone un nudo en la garganta, miras a tu alrededor y dices "pues no estoy tan mal". Y cuando acabas la novela te dan ganas de disfrutar la vida al máximo con tus seres queridos porque la vida son cuatro días y hay que ser feliz, aunque no siempre la suerte nos viene como queremos.
Si os gustan las novelas frescas, con humor ácido, que te enseñan la cara amarga de la vida pero que a su vez te muestran lo más dulce de ésta, que te enseñen el valor de la amistad y la familia, que te hagan reír y te hagan llorar... no podéis dejar de leer esta novela, en serio.
La novela podéis pedírsela directamente al autor en su página de autor de Facebook (AQUÍ) a través de un mensaje privado. También la podéis adquirir por menos de 1€ en Amazon AQUÍ.
Saludos y felices lecturas.
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Saludos y felices lecturas.
Pese a que sabes que suelo huir de lecturas que me hagan llorar, me ha gustado lo que expones de esta y creo que es un "dolor necesario" lo que provoca; al fin y al cabo es también una manera de normalizar y asumir una enfermedad que hoy día y por desgracia está muy presente entre todos nosotros. Un besazo!
ResponderEliminarNo disfruto leyendo sobre desgracias, pero creo que es importante quitarse la venda de los ojos y asumir situaciones que, aunque no son agradables, existen, y las personas que las sufren son capaces de encontrar sus momentos de risas y disfrute y darnos una lección de humildad, que a veces nos quejamos por tonterías.
ResponderEliminarBesos!