Reseña: "El principito", Antoine de Saint-Exupéry

¡Hola a todos!

Ya estoy de vuelta, y vengo con un libro que cuando lo leí me encantó: El principito de Antoine de Saint-Exupéry.

Este libro siempre ha estado en casa desde que yo era pequeña. En catalán. Y mil veces lo he cogido y lo he empezado y otras tantas lo he dejado. Si veo algo de este personaje, siempre me viene la misma frase a la cabeza: "Fes-me un Xai" (en castellano es "Dibújame un cordero"), porque siempre me quedaba ahí.

Hasta que un día, sin nada que leer, me dije ¿Qué tal si me pongo con El principito de una vez por todas? Y me puse. Me lo leí en una tarde y acabé con una sonrisa enorme. Sí, es un de esos libros que te dejan un gusto tan agradable que cuando piensas en él siempre se te escapa una sonrisa. Un libro dulce y entrañable.

La inocencia y pureza del personaje del Principito es abrumadora. El Principito ve el mundo (o los mundos que visita) con una mirada limpia, sin subterfugios ni maldades. Así el autor nos presenta un serie de personajes que representan diferentes vicios: el alcohólico, el ávaro, el altivo... Y nos demuestra que lo importante son esas cosas pequeñas que nos hacen seguir cada día y nos alegran la vida.

Podemos considerar esta novela como una gran fábula en la que se tratan temas tan importantes y trascendentes como la amistad, el amor y el sentido de la vida.

Justo hoy, para preparar esta reseña, he descubierto el origen del libro. Todo empezó en un verdadero accidente de avioneta que Antoine de Saint-Exupéry tuvo en 1935 (Wikipedia) :

"El 30 de diciembre de 1935 a las 14:45, después de un viaje de 19 horas y 38 minutos, Saint-Exupery junto con su navegador Andre Prevot tuvieron un aterrizaje forzoso en la parte de Libia del desierto del Sáhara en camino a Saigón. Su avión era un Caudron C-630 Simoun n7041 (matrícula F-ANRY). El equipo estaba tratando de volar desde París a Saigón en menos tiempo que cualquier piloto lo había hecho, por un premio de 150.000 francos. Ambos sobrevivieron al aterrizaje pero sufrieron los estragos de la rápida deshidratación en el Sahara. No tenían idea de su ubicación. De acuerdo a sus memorias, lo único que tenían para alimentarse eran uvas, dos naranjas y una pequeña ración de vino. Ambos experimentaron alucinaciones visuales y auditivas. Para el tercer día estaban tan deshidratados que dejaron de sudar. Finalmente, al cuarto día, un beduino en camello los descubrió, salvándoles la vida."

Y también he descubierto que el autor tan sólo pudo ver su obra publicada durante algo más de un año que se se publicó en abril de 1943 y él falleció en julio de 1944. Es una lástima que no llegara a descubrir la gran difusión que tuvo su obra.

En 1975 se estrenó la película basada en el libro del director Stanley Donen y protragonizada, entre otros por Gene Wilder:

Si no lo habéis leído y tenéis una tarde libre no os lo penséis dos veces.

Besotes y Felices lecturas