Reseña: "La Apariencia de las Cosas", Elizabeth Brundage

Creo que es la primera vez en la historia del blog que tengo cuatro novelas pendientes de reseñar ¡es que este mes de septiembre he leído mucho! De estas cuatro novelas, os voy a hablar primero de La Apariencia de las Cosas de Elizabeth Brundage porque es de la que tengo una opinión menos clara.

Nº de páginas: 512 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: DUOMO EDITORIAL

Lengua: CASTELLANO

ISBN: 9788417128562

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En un anochecer frío, el profesor de universidad George Clare llama a la puerta de su vecino con una noticia terrible: acaba de regresar del trabajo y ha encontrado a su mujer, Catherine, asesinada a hachazos en la cama de matrimonio, y a Franny, la hija de tres años que tienen en común, jugando sola en su habitación al otro lado del pasillo. Pocos meses atrás se habían trasladado a una casa situada en una pequeña comunidad. 

Una casa que, según los habitantes del lugar, está encantada y que en el pasado fue el escenario de una siniestra vivencia.

La novela empieza muy fuerte y, de hecho ya en la sinopsis, te agarra por las solapas de la blusa y no te suelta: George Clare vuelve del trabajo y se encuentra a su mujer asesinada a hachazos sobre la cama y a su hija pequeña jugando en su habitación. Con los nervios a flor de piel se acerca a la casa de los vecinos para que le ayuden y avisar a la policía.

A partir de esa situación, Elizabeth Brundage empieza a ponernos en antecedentes sobre la historia de la casa (con sus anteriores habitantes), la vida del propio George y su esposa Catherine, alguno de sus amigos y conocidos, sus vecinos...

La novela tiene claramente un protagonista principal (George, con su personalidad egoísta, ególatra, manipulador, adulador y... en fin, un capullo de cuidado) rodeado de toda una serie de personajes más o menos importantes. De todos, Catherine será el más cercano y la que sufrirá las consecuencias de la  malsana personalidad de George más directamente. Sin embargo, no será la única que se verá arrastrada a los infiernos por culpa de George.

Catherine será también el personaje que tendrá un contacto más directo con el fantasma de la historia, aunque he de reconocer que éste no tendrá el protagonismo que se da a entender (o el que yo esperaba) en la sinopsis.

Mi sentimiento hacia esta novela es un poco ambiguo porque no tengo muy claro si ha terminado gustándome o no. Veréis, la historia en sí me encanta: esposa y madre dulce y cariñosa es asesinada en su propia casa (casa habitada por un fantasma) de forma sangrienta y aparatosa. Su hija juega tranquilamente en otra habitación ajena a lo que le ha ocurrido a su madre. Llega el marido del trabajo (es profesor de universidad) por la tarde y se encuentra con la escena. Aquí están todos los elementos para que no levante la cabeza del libro. Como amante lectora de novelas de suspense y thrillers estoy deseando saber cómo, cuándo, por qué y quién ha cometido tan horrible (y atrayente) crimen.

Además, la novela aunque tiene muchos diálogos, estos no están marcados como tal (les faltan los guioncitos que marcas cuando habla un personaje). Al principio esto confunde un poco pero luego te acostumbras y casi ni lo notas.

Hasta ahí todo bien, le novela cumple perfectamente lo que quiero de ella.

Pero... ahora llegan los aspectos que han hecho que la novela pierda fuerza. Después de presentarnos el crimen una se espera que empiece la investigación policial, los posibles sospechosos, los motivos... pues no. La autora da un supersalto en el pasado y empieza contarnos no solo la vida de los personajes sino de los anteriores habitantes de la casa. Interesante sí, que ella sola podría dar para una novela, sí, también pero ¿qué tiene que ver con el asesinato de Catherine? Y luego, nos narra también la vida, secretos, sueños y deseos de algunos personajes: la amante de George, los hijos de los antiguos habitantes, la vecina que les vendió la casa a George y Catherine, los amigos que se hacen en el pueblo... Para mi, conocer la vida tan en detalle de los personajes secundarios no enriquece la novela sino que ralentiza la historia y, he de confesar que en alguna ocasión me salté algún párrafo. Personalmente creo que a la novela le sobran páginas.

La idea es buena, muy buena, pero se pierde en historias secundarias y divagaciones. El problema es que yo pensaba que iba a ser una novela más rápida: crimen, investigación, tropocientos culpables y motivos, pillan al asesino, fin de la novela. Pero no, es una novela densa, con muchos personajes con vidas propias, con un protagonista al que llegamos a odiar muchísimo (eso me ha gustado), con un fantasma que no sale ni es tan importante como esperaba, relaciones entre los personajes, recuerdos, costumbres, descripciones, conversaciones sobre arte... 

Resumiendo que empiezo yo también a divagar: la novela me ha gustado, la he disfrutado porque la historia es muy buena pero esperaba que fuese más ágil. Que se centrara más en el asesinato y no tanto en la ambientación. Esperaba algo más similar a La chica del tren o La pareja de al lado y me he encontrado con algo más cercano a Todo es posible de Elizabeth Strout, donde se le da mucha importancia a la costumbres de los personajes y a sus sentimientos, sueños y secretos.

Por todo ello, no me atrevo ni a recomendaros la novela ni a no recomendárosla. Lo más sensato por mi parte es deciros que la leáis y seáis vosotros mismos, con vuestros propios gustos literarios, quienes la juzguéis y toméis vuestras propias conclusiones. Por mi parte, yo me quedo con mi 50-50 (50% me ha gustado, 50% no).

Besotes y Felices Lecturas