No soy de estar muchas horas seguidas pegada a un libro, suelo dedicarle eso sí, todos los días (o casi todos los días) un ratito al libro que traiga entre manos, entre media hora y una hora, ya que el trabajo, el hijo, el marido, la casa, la mascota... no me dejan dedicarle más tiempo a mi hobby. Sin embargo, con Tigres de Cristal dejé de lado todas mis obligaciones y me dediqué casi exclusivamente a él. Me lo leí en dos días.
Nº de páginas: 480 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: GRIJALBO
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788425356483
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Una absorbente historia de suspense psicológico que explora los límites entre la culpa y la expiación.
Con una trama intensa y llena de secretos, Toni Hill nos transporta a un barrio mítico del Cinturón Rojo de Barcelona, tanto en los convulsos años setenta como en la actualidad, donde unos personajes profundamente humanos se ven atrapados en un conflicto marcado por la lealtad, el silencio y la venganza.
A finales de los setenta, Víctor Yagüe y Juanpe Zamora fueron algo más que simples compañeros de clase. Su amistad, llena de confidencias y juegos, de alegrías y miedos, rebasó las paredes del aula y se extendió por las conflictivas calles de la Ciudad Satélite. Hasta el 15 de diciembre de 1978. Hasta el día en que un suceso trágico sacudió la conciencia de los vecinos. Hasta el momento en que los chicos se vieron obligados a escoger entre la lealtad y la salvación.
Treinta y siete años después, ambos vuelven a encontrarse en ese mismo escenario. Sus vidas han corrido suertes opuestas. Juanpe es un hombre a la deriva, sin futuro y con un presente turbio; Víctor, en cambio, puede considerarse un triunfador. Quizá por eso se siente extrañamente en deuda con su viejo amigo y decide enfrentarse a los claroscuros de un caso cerrado que, sin embargo, sigue envuelto de inquietantes preguntas que nadie quiere responder.
Pero lo que Víctor y Juanpe ignoran es que alguien, en la sombra, está escribiendo la historia de ese crimen. Un relato revelador que, tal vez, ninguno de los dos debería leer.
Toni Hill nos brinda una historia impactante y atmosférica que lo vuelve a confirmar como una de las grandes plumas del género de nuestro país.
Toni Hill nos acerca en Tigres de Cristal a Cornellà de Llobregat ¡Mi pueblo! y en concreto al barrio de San Ildefonso, conocido aquí como La Satélite.
En ese barrio, en 1978, se produce un crimen que afectará a la vida de los habitantes de La Satélite: el asesinato de Joaquín Vázquez “el Cromañón”, el abusón del barrio. Casi cuarenta años más tarde, dos hombres, Victor y Juanpe, se reencontrarán y podremos ver cómo aquél suceso les ha afectado a lo largo de los años.
Mientras vamos conociendo detalles sobre la vida en el barrio en 1978 y cómo era la vida de Víctor y Juanpe tanto en esa época como ahora (2015), también vamos a conocer a diversos personajes que, ya sea directa o indirectamente, también se verán afectados por aquel crimen.
En ese barrio, en 1978, se produce un crimen que afectará a la vida de los habitantes de La Satélite: el asesinato de Joaquín Vázquez “el Cromañón”, el abusón del barrio. Casi cuarenta años más tarde, dos hombres, Victor y Juanpe, se reencontrarán y podremos ver cómo aquél suceso les ha afectado a lo largo de los años.
Mientras vamos conociendo detalles sobre la vida en el barrio en 1978 y cómo era la vida de Víctor y Juanpe tanto en esa época como ahora (2015), también vamos a conocer a diversos personajes que, ya sea directa o indirectamente, también se verán afectados por aquel crimen.
Como no sabía que al barrio de San Ildefonso de Cornellà se le llamaba La Satélite, no sabía que esta novela se desarrollaba en el pueblo en el que llevo ya 16 años viviendo. Me llevé una gran sorpresa cuando lo descubrí. El barrio en cuestión apenas lo conozco, pero sí otras zonas que nombra la novela: el centro comercial Splau, Can Mercader, la Miranda... El hecho de hablar de lugares tan cercanos y cotidianos para mi le daba un toque de tal realismo que tenía la sensación de estar leyendo una crónica de un suceso real ocurrido aquí (que quede claro que es una historia inventada, no está basada en hechos reales... que yo sepa).
Por supuesto, esa cercanía ha hecho que la novela me guste más y la sienta más mía, pero estoy segura que esa no ha sido la razón por la que la he devorado en apenas dos días.
El tema principal que se trata en la novela es el bullying tanto el que sufrieron los niños protagonistas en 1978, Juanpe y Víctor, como el que sufre en 2018 la pobre Alana. Un tema que, desgraciadamente, no pasa de moda pero al que quizá no se le de la importancia que se merece.
La historia de ambas épocas es tan verosímil, tan dolorosamente verosímil, que en más de una ocasión me encontré aguantando la respiración porque los casos de bullying están presentados de tal manera que es como si los estuvieses viviendo y no pudieras hacer nada para remediarlo. Realmente, Toni Hill consigue que te metas en la piel de los personajes.
La dos novelas anteriores que he leído del autor, El verano de los juguetes muertos y Los ángeles de hielo, me gustaron mucho pero con Tigres de Cristal creo que Toni Hill ha conseguido su madurez literaria. Esta novela te atrapa sin remedio, no puedes parar de leer porque necesitas saber qué pasará, qué pasó. Y para colmo, te sorprende con un final inesperado.
Para que veáis que no os engaño y que ya desde la primera página Tigres de Cristal os engancha, aquí tenéis un fragmento y parte del audiolibro.
Creo que es tanto lo que he disfrutado con esta novela que no he sido capaz de plasmarlo hoy en la reseña y que la mejor forma de demostraros cuánto me ha gustado es recomendaros sin demora que la leáis y que disfrutéis vosotros mismos de las historias que encierra entre sus páginas.
Besotes y Felices Lecturas
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